El pasado 25 de noviembre murió Fidel Castro. El mayor símbolo de la revolución socialista cubana. Quien estuvo en el poder de ese país por 47 años y entregó el mando en el 2006, por su enfermedad, a su hermano Raúl Castro. Fidel fue una persona amada por unos y odiada por otros, pero sin duda uno de los personajes políticos más relevante para Latino América durante los últimos 50 años. Fue conocido por sus políticas extremistas apoyadas desde la unión soviética y que continuaron incluso después de finalizada la guerra fría. Reconocido por haber logrado la paz en Cuba, luego de cerrar sus fronteras y lograr controlar la isla, como también por su polémica relación con Estados Unidos, que permitió que todo el mundo entero supiera que Cuba exitía. Para los cubanos que viven allá, fue una noticia que trajo incertidumbre, pues luego de 47 años no conocen otra cosa, y no saben que pasará a partir de ahora: ¿habrá liberta o continuarán las políticas socialistas?.Después de la noticia, las calles permanecieron vacías, se declararon 9 días de luto o duelo nacional, llenos de homenajes y ceremonias, pero la gente, al tener una oportunidad, conversa al respecto. Según la reseña de El País por Pablo de Llano (nov. 26, 2016) Yordanka Ferrer, de 42 años, al llevar a su hija a clases de danza, no estaba segura si decir algo o no y al final comentó con cautela: “Qué quiere que le diga. No me siento ni bien ni mal. Yo nací con la Revolución. Él fue bueno en unas cosas y en otras no. Fue virtuoso en la educación y en la salud, pero el cubano necesitaba libertad de palabra. Se vive con cierto temor”. Cuando Enrique López Oliva, profesor de Historia en la Universidad de La Habana, de 80 años comentaba: “Se venía esperando, pero no deja de causar una sorpresa”. Añadiendo “Esto marca el fin de una etapa y el inicio de otra que la gente de la calle cree que supondrá una aceleración del proceso de cambios” (Pablo de Llano nov. 26, 2016). Mientras que, para los cubanos exiliados en Florida, representa el fin de una era de dolor y represión para su amada Cuba. Por ello, en Miami celebraron en las calles la muerte de Fidel, como celebrando un carnaval, con tambores, bailes y gritando: Viva cuba libre!